Paty sintió que tenía que hacer algo, que no podía quedarse de brazos cruzados cuando la realidad de los Refugiados en Europa era sangrante.
Supo que tenía que ir a Grecia. En julio hizo su mochila y se fue con la ONG Olvidados de la que es Vocal, a atender sobre todo, las necesidades de aprendizaje de los niños y la colaboración en todo lo que fuera necesario. Quería ser “útil” hacer algo contra tanta injusticia y hacerlo con otros, organizadamente.
El contacto con la realidad le golpeó de tal manera, que ha dejado su trabajo en el Colegio donde era Profesora y se ha quedado en Grecia en los campos de refugiados.
Comparte que los niños están faltos de lo más elemental, y que sobre todo buscan cariño, afecto, alguien que les escuche y juegue con ellos.
Desde la Asociación entregan ropa, alimentos, les acompañan a hacer los documentos que requieren las autoridades, etc.
Intentan que la vida en el campo de refugiados sea menos dura, más humana, más alegre. Organizan actividades con los niños
En este mes de Febrero ha estado en la frontera de Serbia con Hungría donde viven los refugiados en un lugar que llaman La Jungla. Un bosque junto a las vías del tren. Han colaborado en el reparto de comida y ropas. Sobre todo han “escuchado” su clamor, han trasladado a otras organizaciones las injusticias a las que se ven sometidos, para entre todos buscar vías de solución
En ese lugar viven 250 personas que todas las semanas intentan cruzar la frontera y cada vez que lo intentan regresan a la vía sin abrigos o sin zapatos. La policía se los quita para que no lo vuelvan a intentar. A veces llegan con magulladuras.
Desde Olvidados, compran ropa de abrigo, guantes, calcetines, gorros… y pequeñas mochilas para que puedan llevar sus cuatro cosas. También compran fruta para repartir entre los refugiados.
El pastor de la ciudad acoge a muchísimas familias serbias que también lo están pasando muy mal. En general son personas mayores, sin pensión, con muchos hijos y muchos con discapacidades.
¡Es la pobreza absoluta! Manifiesta Paty.
Su trabajo es humilde y pequeño: Compran leña para que calienten sus humildes casas y comida para esas 50 familias. Pagan a un fisioterapeuta durante 6 meses para que cuide de un joven de 30 años que ha quedado tetrapléjico y sus padres no tienen trabajo. (allí el coste del Fisioterapeuta no es alto). Pero lo hacen en colaboración y coordinados con otros
Desde allí se han ido a Belgrado para “poner nuestras manos a disposición de la gente que está trabajando aquí” y después regresarán a Atenas, donde van a poner en marcha un nuevo Proyecto con mujeres y niños.