Respondo gustosa a la invitación que me han hecho las Hnas. De NTRA.SRA. DE LA COMPASIÓN de Basauri, Voy a compartir mi relato, fragmentos de mi experiencia de vida.

Me llamo Puri, tengo 59 años y soy madre, abuela de familia. En el año 2000, se convoca en la parroquia a voluntarias para crear unos talleres desde Cáritas, con el objetivo de ayudar a mujeres de escasos recursos. Se les ofrecía la posibilidad de aprender tareas, de relacionarse y poder expresarse en este lugar de encuentro.

Es, en estos talleres donde yo me comprometo y entro en contacto con las religiosas de la Compasión. Pronto empiezo a ver y descubrir, cómo estas religiosas, ya jubiladas, daban su tiempo con entusiasmo, vitalidad, paciencia y cariño. Se dedicaban a los demás con gran generosidad.

Al principio estos talleres tenían como usuarias a mujeres de aquí, muchas procedían de inmigración en años anteriores; pero pronto se acogió a emigrantes de distintas nacionalidades, sin distinción de raza, lengua, religión.

En esta realidad he comprendido como el trato a los más necesitados, no tiene barreras, ni fronteras, pues las Hermanas las trataban a todas por igual sin discriminar.

He comprendido que la dignidad de la persona es universal y cuando tratas al pobre con amor y cercanía, nunca te equivocas.

Esta experiencia la viví 10 años, tuve que abandonarla por motivos familiares. Nunca he perdido este trato amistoso con las Compasionistas y he trasmitido esta relación  cercana a mi familia. He disfrutado en encuentros con las comunidades de Erandio, Vitoria y por supuesto, Basauri. Al estar tan cerca de ellas, yo me decía: “De mayor quiero ser como ellas”. “Ojalá haya muchas personas como ellas y yo pueda conocerlas”

En estos tiempos asisto a un grupo de oración en silencio con varias hermanas con las que comparto fe y vida. Para mi las Compasionistas son como estrellas que encuentras en tu camino de vida y son un referente de amor incondicional.

Gracias Congregación de Ntra. Sra. De la Compasión, por brindarme un carisma tan evangélico.

Con mucho cariño. Puri. 
Basauri – octubre - 2016