Me pides que escriba algo sobre la etapa de mi vida en la que tuve a la COMPASIÓN como compañera de camino y la huella que aquellos años dejaron en mí….
Aunque me resulta un poco complicado escribir (soy de ciencias), lo primero que deseo compartir es que vuestro paso por LAS NAVAS, y en concreto por mí, no lo puedo encerrar en vivencias concretas porque mi vida toda ha sido orientada, animada por vuestro espíritu, manera de estar y de hacer. Incluso ahora que no vivís entre nosotros os recordamos mucho y os tenemos presentes.
Cuando llegasteis las Hermanas al pueblo yo ya había salido del Colegio. Pero en un momento necesité un refuerzo en Matemáticas, y mi madre enseguida supo a dónde tenía y podía recurrir. Lo hizo y, con la ayuda recibida… ¡superé el obstáculo! Yo era casi un niño y no sabía qué era la COMPASIÓN. Hoy sí, ¡lo he entendido todo y para mí COMPASIÓN son tantas cosas…!
- ACAMPADAS de adolescentes en la FINCA DE LA ARMADA, en las que nos iniciamos en la amistad con Jesús, en la oración, en el compromiso cristiano… y en los fuegos de campamento, con sus juegos y canciones a la luz de la luna… Y con nosotros, ¡la Compasión…!
- ASOCIACIÓN JUVENIL MANANTIAL legalizada y todo, y que, entre otras cosas, nos permitió organizar la 1ª Semana Socio-Cultural de Andalucía, en el pueblo. ¡Y la Compasión en el lío!
- nolvidables PASCUAS: ¡CRISTO VIVE! con los Salesianos… Recuerdo que cuando volvíamos de ellas, yo siempre saludaba a mis amigos con: “¡Cristo vive!”. Y la Compasión con mochila…
- VISITAS A MIS PADRES ya mayores, dándoles compañia y la Comunión. ¡Allí la Compasión!
- VISITAS AL HOSPITAL y a mi casa cuando mi hija pasó por un mal momento. ¡La Compasión!
- HACER DE GUÍA en excursiones con mis alumnos del Aula de Adultos. ¡También Compasión!
- Pero fue en la Celebración de las BODAS DE PLATA DE LA COMPASIÓN EN LAS NAVAS. Todo el año estuvimos de Eventos: Eucaristía de Apertura y de Clausura, Concursos sobre la Vida y Obra de Mauricio Garrigou y la Compasión, Festival Canción Compasionista, Teatro…
Fue entonces, cuando los Naveros PUSIMOS NOMBRE al POR QUÉ las Hermanas que habían ido formando la Comunidad, tenían esa “peculiar forma de estar”, “ese arte” de querernos a todos, y a la vez una “especial inclinación” hacia los más necesitados” del pueblo; “ese empeño” en que TODOS nos formáramos lo mejor posible… ¡LA COMPASION ERA LA CLAVE!
- A partir de lo anterior, se ofreció desde la Parroquia, la posibilidad de formar GRUPOS para continuar profundizando en el ESPÍRITU DE LA COMPASIÓN… y en el futuro, constituirnos en Comunidades Cristianas Compasionistas. La respuesta fue bastante positiva y con el tiempo, llegamos a ser casi cuarenta Compasionistas Laicos, en cinco grupos. El nuestro nos reuníamos en mi casa. Fue como un SÍMBOLO DEL FRUTO DE ESOS 25 AÑOS DE COMPASION.
Ahora que estoy recordando estas vivencias de COMPASIÓN me emociono, se me abre el corazón y no me importa decir que estoy llorando. Nunca os dije que, en gran parte, la fe que hoy tengo, os la debo a ustedes, porque, aunque nací en el seno de una familia cristiana, ustedes me la educaron.
También diré que el nombre de Las Navas y el de Hermanas Compasionistas ya siempre estarán unidos. Han sido muchos años de convivencia a todos los niveles y en todas las etapas de la vida, muchas alegrías y tristezas compartidas… Nunca nos podremos olvidar los unos de los otros.
¡FELIZ BICENTENARIO, HERMANAS! Espero que mi testimonio sirva para dar a conocer a todos el bien que hacéis por los sitios por los que vuestra COMUNIDAD COMPASIONISTA ha pasado.
Un fuerte abrazo. Siempre os llevamos en nuestro corazón.
Manuel Ángel Varona Tobaruela. 2016