Tras la huellas del Compasivo… en Comunidad
Tres Hermanas formamos la Comunidad de Chaumont-en-Vexin y una cuarta, que vive en la Residencia de Beauvais, se une a nosotras cada quince días.
Situadas a proximidad de un EHPAD (Établissement pour l' Hébergement de Personnes Âgées Dépendantes -Residencia de Personas mayores-) nuestra misión es ahora una misión de presencia. Hacer presente la compasión de Dios hacia toda persona con la que nos encontramos, está al alcance de todas pero exige mucha atención. En este sentido, queremos compartirles el ejemplo de Agnès.
Agnès es una residente del Ehpad desde hace algo más de tres años y es una de las más jóvenes. Cuando llegó no hablaba con nadie. Hasta que anochecía, pasaba las horas del día dando vueltas en el patio con la cabeza baja. Cuando nos cruzábamos con ella y la saludábamos con un “buenos días” jamás contestaba. Así durante más de tres años hasta que un día, al saludarla, levantó la cabeza y nos miró. Poco tiempo después contestaba a nuestro saludo y una vez nos dijo como presentación: “me llamo Agnès”.
A partir de entonces la relación es espontánea y normal. Hablamos de todo: del tiempo, de los vestidos, de las visitas que espera y que vienen o no… No sabemos nada de su vida anterior pero hoy Agnès está presente, habla, se relaciona y ésto es para nosotras un motivo de alegría, de una gran alegría.
¿No es verdad que la compasión de Jesús hizo que hablaran los mudos?
Hna. Gisèle-Marie TETAR
Cdad. Chaumont Francia