En la ficha donde nos preguntábamos si era “natural” ser compasivos, llegábamos a reconocer que “no nacemos compasivos”, sino que “nos hacemos compasivos” a través de un largo proceso de transformación interior. Así también lo demuestran las grandes corrientes de espiritualidad, proponiendo “caminos procesuales” para llegar a vivir la compasión como un modo de SER.
El P. Mauricio Garrigou, fundador de esta corriente de compasión, recorre personalmente este camino y acompaña a laicos y religiosas de la Congregación de Nuestra Señora de la Compasión, que funda junto a Juana María Desclaux, a entrar y recorrer este estrecho sendero que nos va haciendo COMPASIÓN.