¿Indiferencia o Compasión?
Ante tanto sufrimiento en la humanidad, nuestro tiempo parecería marcado por la indiferencia. Son tan amplios y profundos los males que nos aquejan que quedamos desbordados, sintiéndonos impotentes. Limitándonos, tal vez, a quedarnos con la información que se nos brinda en abundancia de imágenes y comentarios y, en todo caso, a añadir nuestra crítica, nuestro comentario, pasando rápidamente a otro tema. Vamos tomando “selfies” de la realidad y de lo mal que esto nos hace sentir. Incluso, podemos decidir “no informarnos más sobre los males que nos aquejan, porque esto nos hace daño, nos quita el sueño”. Casi sin darnos cuenta, nos hacemos “indiferentes” para no sufrir con tanto sufrimiento… Optamos por “ver y alejarnos dando un rodeo” (cfr Lc 10,31-32)
“Constatamos con frecuencia, con dolor e inquietud, la exclusión que quiebra el mundo y que hace de toda diferencia1 un muro infranqueable y convierte en una práctica habitual la descalificación del otro para imponer lo propio, tanto a niveles individuales como sociales, políticos, religiosos, etc…” 2
El rico epulón estaba encerrado “en su mundo”. No había hecho daño, sencillamente, no había visto a Lázaro. Es ese "no ver" –la indiferencia de "ojos que no ven, corazón que no siente"- el que crea un abismo insalvable en nuestras relaciones personales, en nuestros países y en nuestro mundo. (cfr Lc 16,19ss)
"Cuando reflexionemos sobre nuestro siglo XX, no nos parecerán lo más grave las fechorías de los malvados, sino el escandaloso silencio de las buenas personas". (Martin Luther King)
Pero si nos detenemos un poco más, si miramos con más detención, ¿no vemos otra realidad, otra corriente tal vez menos informada, menos publicitada, que se abre camino silenciosamente más “desde abajo”?
“Pero nos llegan también noticias y testimonios de que, como signo de este tiempo, van surgiendo aquí y allá, iniciativas de redes plurales, interreligiosas, más allá de ideologías, razas, medios sociales. Se van abriendo ventanas a muchas y variadas iniciativas de humanización y solidaridad, de no-violencia, que dejan pasar una corriente de compasión que atraviesa la humanidad, invitándonos a entrar en ella” 3
NOS PODEMOS PREGUNTAR:
¿En qué CORRIENTE nos situamos, como personas, como grupo, como comunidad…?
Tomarnos el tiempo para observarnos en lo cotidiano: manera de pensar, de actuar, de participar, de orar, de ser creyentes, de ser ciudadanas/os…
¿Qué me propongo, qué nos proponemos para entrar o para seguir entrando en la corriente de Compasión que está hoy atravesando la humanidad desde abajo?
1 Ricos-pobres; jóvenes-viejos; negros-blancos-amarillos; hombre-mujer; incluidos-excluidos; heterosexuales-homosexuales-transexuales; cristianos-musulmanes…
2 Comunicado XXI Capítulo General HH de la Compasión nº 27
3 Comunicado XXI Capítulo General HH de la Compasión nº 28