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Estoy contento de escribirle, hermana para testimoniar una vez más mi agradecimiento y mi gratitud por el apoyo espiritual y material que ustedes me han dado durante mi estancia en la prisión de Kondengui.

También quisiera compartir mi experiencia en el contexto de mi colaboración con las HNAS DE NUESTRA SEÑORA DE LA COMPASIÓN. Estuve en detención preventiva desde el 15 de octubre de 2015. El director de colegio del instituto Gasolent d' Ekounou en Yaoundé (es un instituto privado) me retuvo mi sueldo durante 7 meses y he sido acusado más tarde de malversación de fondos por Sr. ONANA Vincent Clément, fundador de establecimiento susodicho, a pesar de que no soy el cajero.

En la prisión de Kondengui he estado 5 meses y he sido liberado el 21 de marzo de 2016. Allá decidí enseñar a los menores. Era profesor de español, de historia, de geografía y de educación para la ciudadanía. Es en este sector de menores privados de libertad  que me he encontrado con las hermanas Mariú y Conchita de la Congregación de NUESTRA SEÑORA DE LA COMPASIÓN.

Tenía una responsabilidad en la organización de los cursos socio-educativos con los menores. Las hermanas antes citadas enseñaban a los menores los valores cristianos a través del teatro, algunas dinámicas, la artesanía y especialmente la elaboración de porta folios con telas de motivos variados, tejidos a ganchillo, etc.

Sobre todo estaba admirado por la humildad y la extrema generosidad de las hermanas; he visto actuando a las hermanas, sacando de los jóvenes detenidos el conocimiento necesario para vivir en la verdad, el amor por las cosas verdaderas, justas, puras y dignas.

Gracias mis hermanas por vuestra Compasión que se ve en vuestras obras. Ustedes son para los prisioneros una luz en el mundo de las tinieblas; la sal en un mundo insípido.
Hasta pronto,

Tobie René NCHOUWAT
Educador independiente

Ventanas de compasión

Queremos celebrar que en medio de este mundo en el que abunda el dolor y en el que parece reinar la indiferencia, hoy podemos reconocer también una corriente de Compasión que va abriendo ventanas a muchas y diversas iniciativas de humanización y solidaridad.

Nosotras, hemos querido ser cauce de esa corriente compasiva a lo largo de estos 200 años en los lugares donde vivimos y a través de los proyectos que organizamos o en los que participamos.

Te invitamos a asomarte a estas ventanas y a también a abrir los ojos a tu alrededor por si esa corriente pasa cerca y te llama a entrar en ella… O tal vez ya estás dentro y tienes un testimonio que compartir…