“Siendo un adulto joven, quedé fascinado con uno de los versos del Tao Te Ching: “Teniendo compasión de ti mismo, reconcilias a todos los seres del mundo”. Si yo deseara la paz en el mundo que me rodea, según lo implica este verso, debería empezar por practicar la compasión conmigo mismo, así liberaría una energía sanadora que ayudaría a reconciliar las divisiones entre la gente que me fuera encontrando.